jueves, 7 de marzo de 2013

Desayunos CincoDías


La banca forma a su plantilla 

para volver a ganarse al cliente


  • Las entidades financieras potencian sus políticas de formación.
  • Cambios legislativos, fusiones o cambios tecnológicos son 
  • algunos de los grandes retos.


La banca española atraviesa un proceso de transformación histórico que coincide con
 uno de los momentos en que peor valoración recibe por parte de la ciudadanía. Para 
adaptarse a los tiempos y volver a transmitir la confianza perdida, las entidades han
 potenciado sus programas de formación interna, uno de los pocos capítulos que ha 
logrado mantenerse relativamente a salvo de las políticas de ajuste. Actualizarse ante 
los múltiples cambios regulatorios, adaptarse a los procesos de fusión y reducción de
 plantilla de las entidades, o conocer en profundidad los productos complejos que se
comercializan son algunos de los retos fundamentales que diariamente afronta el
 personal del sector y que la banca combate, cada vez más, a través de la formación.
Los responsables de este área en algunas de las principales entidades financieras
 del país reflexionaron sobre la necesidad y efectividad de estos programas en un
 desayuno organizado por CincoDías en colaboración con la consultora GEC,
 especializada en la gestión del conocimiento para empresas. Una impresión 
generalizada es que estos tiempos de crisis requieren redoblar los esfuerzos
 en la preparación de la plantilla.

"Somos los facilitadores del cambio", ilustra la responsable de formación de BBVA

Una vez pase esta época de sustos,
 una vezresuelto lo urgente, creo que 
hay una tarea posterior a hacer, una
 tarea grande para la banca en gene-
ral, que sería la de reorientar la rela-
ción con el cliente”, avanza Arturo
Ferrer, director de formación y 
desarrollo de Banco Popular. Desde su punto de vista, esta es una de las 
asignaturas pendientes del sector financiero pues, si bien otros “lo han vivido 
antes, me imagino que en automoción la necesidad de repensar la relación y el 
negocio viene quizás de 20 años atrás” en la banca “seguramente hasta ahora 
no hemos tenido el estímulo externo suficiente para decir o cambiamos realmente,
y no solo de palabra, nuestra  relación con el cliente o nuestro modelo de negocio
 no va a poder seguir siendo el que hemos tenido hasta ahora”, asume. Y ese es un
 reto, culmina, que debe afrontar el área de formación.
“Está cambiando todo el modelo de relación con clientes”, coincide Carlos González,
 director del área de formación de Bankia. Un ejemplo claro, ilustra, es como “los 
clientes están utilizando cada vez más otros canales, como internet, y van menos 
a las oficinas”. En este sentido, las entidades tratan de que la atención en  las
 sucursales gane en profesionalidad y excelencia. “Nos importa que los 
trabajadores sean capaces de aportar mucho valor a nuestros clientes cuando 
se acerquen, porque hay que asesorarles, darles una información completa y  
profunda de las inversiones que vayan a acometer”. En este sentido, admite 
González, episodios como el de las preferentes, que dejaron entrampados a miles
 de clientes y han dañado gravemente la imagen de las firmas que los comercia-
lizaron, han supuesto un acicate adicional en esta línea de preparación del 
personal. “Ya lo veníamos haciendo de mucho tiempo antes, pero todas las
 entidades nos hemos metido en procesos de certificación de que el personal 
tiene la formación adecuada, con una acreditación externa, para ofrecer ese 
tipo de asesoramiento”, explica. “Este es el camino y hay que seguir haciéndolo.
 Igual que un médico se tiene que colegiar y pasar el MIR para saber dónde 
está la aorta cuando opera, nosotros necesitamos hacer un gran esfuerzo 
para recordar permanentemente donde están los básicos de la operativa
 financiera”, ilustra.
El método
“Nuestro objetivo es poner a disposición de todos  los profesionales el 
conocimiento necesario para que puedan desempeñar su labor, y en estos 
momentos se hace más relevante todavía”, aduce Pilar Concejo, directora 
de formación de BBVA, que considera que su cometido atraviesa
 también un “momento crítico”. Para afrontarlo, relata, BBVA “evolucionó
 su modelo de formación a principios de 2010” para crear lo que denominan 
el sistema “Campus BBVA”. Este se basa en cinco ejes, desarrolla Concejo, 
que comienzan por la especialización del personal. Para ello, el área de 
formación de la entidad cuenta con equipos diferenciados, para finanzas,
 tecnología, requerimientos legales, etc. El segundo pilar es la
 globalidad. “No tiene sentido tener un programa de derivados en todos
 los países donde estamos presentes. Los derivados son iguales aquí 
que en México”, sostiene la responsable de formación, que 
considera necesario “tener en cuenta la localidad” pero solo cuando
 sea útil. La tecnología es el tercer punto de la estrategia formativa 
de BBVA, en la que “el 66% de la formación es e-learning”. Una
 metodología que además de cursos online incluye cursos 
virtuales, videoconferencias o aplicaciones para móviles. La 
cuarta aspiración de este área es la “capacidad para abrirnos
 a la sociedad y compartir las mejores prácticas”. El quinto
 y último fundamento de la estrategia formativa es transversal 
al resto. Se trata de la “eficiencia”, o “cómo ser capaces de hacer
más con los mismos recursos”, avanza Concejo.
Convencer con rentabilidad
Para lograr dicha eficiencia, continúa la responsable de BBVA, es necesario
 que formación colabore con el áreade negocio desde el principio de cada
 proyecto.En este sentido, su homólogo en Popular avanza que hay
que aprender a hablar con las áreas decisorias de la entidad “sin complejos”. 
“Tenemos que poder demostrar que cuando hacemos una acción relacionada
 con negocio, más allá de lo que tengamos que invertir, hay un retorno que es 
medible. Y el área de negocio lo va a valorar. Negocio pasa a ser el primer 
defensor del presupuesto de formación cuando ve que la formación es 
importante porque le hace ganar dinero”, resume Ferrer. En su opinión, los 
departamentos de formación tienen que aprovechar aquellos programas, cuya 
rentabilidad directa es medible, para hacer valer otros proyectos en los que 
no es tan sencillo comprobar un efecto económico directo. Como ejemplo 
práctico, Ferrer expone su experiencia en el área de negocio internacional,
 “que todas las entidades están fomentando mucho” y que su entidad se 
ha propuesto potenciar recientemente. A tal fin, y ya desde hace cuatro 
años, su equipo ha ido implementando acciones formativas y midiendo su 
evolución comparando los empleados que habían pasado por el programa y los
 que no. El estudio, aclara, se hizo tomando diversas muestras para que los 
resultados no estuvieran marcados por haber dado dicha formación en las 
oficinas con más potencial o a los trabajadores más preparados. Finalmente,
 “quienes habían pasado por la formación prácticamente doblaban los resultados 
respecto a los que no”, asegura, avanzando que la experiencia les hizo ganar
 credibilidad dentro de la propia entidad.
El reto de una fusión
“La formación es el elemento que permite el cambio. Y los directivos perciben su
 utilidad”, concuerda el director de este área en Bankia. En su experiencia, destaca 
como ejemplo el reto que les supuso “integrar siete cajas de ahorro en un banco, con 
un único terminal financiero y con un único modelo de gestión”. González confiesa que 
durante meses le quitó el sueño el reto de lograr que miles de personas se desconectaran 
de un sistema tecnológico un día para encender uno nuevo al día siguiente teniendo que 
operar con normalidad. “Es una formación muy básica, del cajero,del reintegro, del recibo, 
de la domiciliación... Pero es el núcleo del negocio, lo que genera confianza o malestar”, 
reflexiona. Para ello se pusieron en marcha procesos de formación en los que la plantilla
 trabajó con simuladores que emulan las operaciones básicas de una oficina, y se evaluó
 a los empleados en su dominio y velocidad, explica González, que considera fundamental
 ir midiendo la eficiencia de la plantilla y las necesidades de formación adicional que van 
surgiendo.
Francesc Fábregas, director general de la consultora GEC, concluye que tomando como 
base todas estas experiencias, queda demostrado que es esencial que cualquier estrategia
que ponga en marcha una entidad vaya ligada a programas de preparación del personal. “Somos
facilitadores del cambio”, resume la responsable formativa de BBVA.


El 30% del adiestramiento no es útil y el 50% no se comunica

La consultora GEC, especializada en la gestión del conocimiento para empresas, 
considera que la situación de crisis por la que viene atravesando la banca española 
hace que las entidades tengan “un objetivo común muy importante que es la 
eficiencia”, la capacidad para  ser efectivo sin despilfarrar recursos. “Las áreas de
 formación no sonajenas” a este objetivo, reconoce Francesc Fábregas, director
 general de GEC. Sin embargo, las empresas españolas no han logrado aún tener 
éxito a la hora  de acometer con eficiencia sus procesos de formación. Así se deriva 
de los resultados obtenidos en un estudio elaborado por la consultora GEC sobre un 
conjunto de empresas multisectorial que dan servicios a unos 25.000 usuarios. Estas
 son sus principales conclusiones:

No es importante. Una de las impresiones más llamativas que se extrae del estudio 
de GEC_es que el 30% de los procesos de formación y aprendizaje que ponen en 
marcha las empresas terminan no siendo relevantes ni para los trabajadores 
encargados del negocio ni para los clientes del mismo.
No se comunica. Fábregas reseñacomo uno de los datos más preocupantes que 
arroja el citado informe el hecho de que el 50% de los procedimientos de adiestramiento
 a los que sesomete a las plantillas acaban su recorrido en este intercambio de información.
 Es decir, la mitad de la formación que se da a los empleados no vuelve a ser compartida
con terceros, como nuevos trabajadores, no hay un traspaso de dicha información.
Una formación cara. Finalmente,relata el director general de GEC, los datos que 
maneja la compañía hablan de que el coste medio de la hora de formación ronda una 
horquilla de entre 12 a 14 horas frente a los seis euros por hora que se han logrado 
alcanzar en los procesos más rentables. En este sentido, cuentan desde Banco Popular,
 antes se venía gastando la mitaddel presupuesto en formación en alojar a  los alumnos y 
otros gastos periféricos que se han ido reduciendo en pos de  la formación en sí. La
 tecnología, coinciden los expertos, ha ayudado a reducir costes y a elevarla utilidad de 
los programas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario